¿Cómo usar tu secador de pelo?
¡Con lo sencillo que es secarse el pelo! ¿por qué cuando me lo seco no me queda como en la peluquería? ¡ni poniéndome ese producto tan bueno que anuncian!.
Me lo pregunté muchas veces y creo no ser la única, ¿verdad?.
Lo cierto es que no es difícil obtener resultados, si no iguales, muy similares a los de la peluquería. Piensa que secarte el cabello no es sólo echarle aire caliente, sino que debes cuidarlo con mimo para tenerlo bonito y saludable.
Con una técnica correcta y unas mínimas prestaciones en tu secador, como ajuste del flujo de aire y temperatura, conseguirás lucir una melena que te guste ¡ya verás!.
¡Comienza a secarte el pelo mientras lo lavas!
En cierta forma es así, ya que el champú y el acondicionador que uses deben preparar el cabello para el secado cerrando la cutícula y, si no son buenos productos, te arriesgas a romper la proteína del pelo, la queratina, y te quedará áspero.
Elimina el exceso de agua y prepáralo para el secador
Si no retiras previamente el exceso de humedad someterás tu pelo al calor del secador demasiado tiempo y no es bueno para el cabello.
Primero sécalo con una toalla, sin frotar, hasta que haya perdido aproximadamente la mitad o más de su humedad y, luego, desenrédalo con un peine, con cuidado porque el cabello mojado se rompe más fácilmente y, si por la cantidad de tu melena lo consideras oportuno, usa una crema desenredante.
No es habitual su uso, pero también deberías aplicar al pelo un protector térmico para prevenir su deshidratación durante el secado, sobre todo si tu cabello es fino.
Tu pelo es el que es
Seca tu cabello teniendo en cuenta sus características.
Si tu pelo es fino, frágil o está dañado es mejor que uses el mínimo calor; si lo tienes teñido, con la temperatura media evitarás que se decolore y mantendrá su brillo y, si tu cabello es grueso y está sano y fuerte, puedes usar la temperatura más alta.
Aunque como norma evita utilizar esta última y emplea aquella que sientas agradable al soplarla sobre la palma de tu mano. Recuerda que la temperatura muy elevada daña el cabello.
Cuando necesites secarte el pelo rápidamente es mejor que aumentes el flujo de aire en lugar de la temperatura, ¡pero con cuidado!, porque si tu cabello es fino corres el riesgo de enredarlo.
Sácale partido a los complementos
Los secadores suelen traer complementos como el difusor o la boquilla concentradora ¡y son para usarlos!.
El difusor reparte el aire en una zona amplia y, si tienes el pelo rizado o con ondas, utilízalo porque le dará forma y volumen.
En cambio, si te alisas el pelo con el secador, cepíllalo mientras lo secas aplicando aire con la boquilla concentradora sin acercarla al cepillo, porque no es necesario hacerlo hasta el último momento, cuando te peines.
Y ahora que lo he mencionado debes saber que no es un accesorio secundario pues el cepillo es esencial para moldear el peinado.
Los que más protegen el pelo son los de madera. Olvida los de plástico y los metálicos porque los primeros crean electricidad estática y, por consiguiente, encrespan el cabello y, los segundos, se calientan y pueden dañar el pelo
Con orden y concierto
Si no tienes el cabello corto es aconsejable que separes tu melena en varios mechones y los seques por separado. Verás que el resultado es mejor, además, ahorrarás tiempo.
Sitúa el secador a una distancia entre 15 y 20 centímetros y comienza por los mechones inferiores, los que nacen desde la nuca. A medida que sequen pasa a trabajar con los superiores hasta llegar a los que parten de la coronilla.
Utiliza la boquilla concentradora para dirigir el caudal de aire al mechón con el que estás trabajando y, con aire caliente, seca de la raíz a las puntas moviendo el secador constantemente para no recalentar un mismo punto. Así alisas la cutícula y el pelo adquiere un aspecto sano.
Ten cuidado si tu secador tiene función iónica porque acelera el secado y, sin darte cuenta, puedes dañar el cabello por sobrecalentamiento.
Los últimos retoques
El aire caliente ha reducido el tiempo de secado de tu pelo, pero sobretodo, ha intervenido en el proceso de darle forma.
Cuando tengas el pelo casi seco llega el turno del aire frío para acabar el trabajo. Evitarás así el resecamiento del cabello por exceso de calor y fijarás el peinado porque cierra la cutícula además de aportar brillo.